El paisaje era un llano nevado, donde estaban tres personas: un niño de 4 años, uno de 7 y un joven de 15.
El joven de 15 tenía un hacha en mano y al infante de 4 contra el piso el cual gritaba y lloraba por su vida, mientras el niño de 7 sólo se limitaba a gritarle al jóven de 15 que no lo hiciera, que no le matase..
Más en esa situación los gritos y las súplicas no eran suficientes para detener la locura y la maldad del joven por cometer esa afrenta hacia la vida, entonces comenzó el asesinato al dar el primer golpe a la altura de las costillas clavando hondo el hacha con tal fuerza que fácilmente le fracturo las costillas existentes en esa zona; al sacar el arma de la nueva cavidad creada por la fuerza broto una sangre joven y roja que decoro todo el lugar..
Entonces comenzó el frenesí demoniaco, el segundo golpe fue a la altura de la cabeza creándole una abertura bastante grande en la zona izquierda de la cabeza, alcanzando a rozar la oreja, el siguiente fue en el pecho, justamente en la altura del diafragma atentando contra la solides de la caja torácica para terminar de concentrar el resto de sus agresiones contra el cuello, logrando dejar la cabeza colgando de tan solo una ligera rasguidura de piel conectada al resto de su cuerpo.
En su cara se apreciaba un gesto de dolor y sufrimiento, esos que solo pueden observarse en los cadáveres de aquellos que han sido roturados con saña y maldad antes morir..
Y todo esto sucedió mientras el niño restante se limitada a suplicar y llorar que se detuviera, que no lo hiciera; mientras el agresor se despojaba de su humanidad por un momento revelando sus demonios internos que ansiaban la sangre, el sufrimiento, la tortura y la muerte..
Y mientras todo eso pasaba , yo simplemente era un espectador que trataba de entender por qué soñaba esto, me pregunte si esto realmente sucedió en alguna ocasión y alguien me mostraba con alguna intención; o si todo era producto de esa parte de mi mente que ansiaba advertiré de algo..
Desperté con una sensación agridulce, de impotencia, de deseo de salvar la vida al niño y de desarmar al agresor para detener esa barbarie, más tenia bien en claro que no tenía caso seguir pensando en ello, porque todo había pasado y no se trataba más que de un sueño..
Eso me hizo recordar al ponente que se presentó en Cescipe durante la semana del Criminólogo que es analista de homicidios producto del crimen organizado (esos que son todas unas obras de arte) que durante su ponencia llena de fotografías de cadáveres mutilados nos dijo:
"Esto no es trabajo fácil ni mucho menos agradable, si ustedes están aquí el día de hoy es porque algo no anda bien en sus mentes, el único consejo que les voy a dar es el siguiente: Intenten no infectarse de tanta maldad, procuren que todo lo que ven en sus trabajos se quede ahí y no se lo lleven a sus casas"
Quien no posee carácter, fortaleza interna, pensamiento agudo y algo de malicia en su ser; no tiene nada que andar haciendo engrosando las generaciones futuras de la Criminología...ƒ